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Alapryles y Diablitos

Dejarlo para mañana me parece precipitarse

"¡Esa desidia, Idaira, esa desidia!", repetía mi psicólogo, con una mezcla de desesperación y afán redentor. Mi madre lleva toda la vida llamándolo vagancia, y sabe, en el fondo, que no tiene remedio. Que ni todos los loqueros del mundo, por muchas palabras raras que usen, y por mucho teatro que le echen al asunto, y por más gravedad que pongan en sus afirmaciones, lo van a poder arreglar. El psicólogo, en parte porque tiene una fe incomprensible y en parte porque se le llena la cartera cada vez que voy, me da una serie de trucos para acabar de una vez por todas con "ese problemita que limita todo tu potencial anímico e intelectual". Yo me pregunto en qué momento mi madre dejó de tener fe en mí y también en qué momento fiché como terapeuta a Jorge Bucay. Decido buscar la respuesta en otro momento, porque ahora estoy muy cansada y tengo otras cosas que hacer. Tengo que escribir esta columna, por ejemplo. Y dos más. Y un par de textos para una página web, pero tengo la cabeza demasiado embotada. Mejor será que salga un rato a comprar dos regalos de cumpleaños que tengo pendientes. Pero no, porque total, en dos horas cerrarán todas las tiendas, y sólo me va a dar tiempo de comprar uno, y tendré que salir mañana a comprar el otro, así que mejor lo dejo y lo hago mañana todo a la vez. ¿Eso es desidia o vagancia? Yo, personalmente, creo que ninguna de las dos cosas. Que es, como mucho, sentido práctico. No sé qué argumentos voy a usar para defender esta teoría ante el psicólogo. Buscaré las dos palabras en el diccionario y prepararé mi argumentario. Bueno, mejor lo buscaré en Internet, que lo tengo más a mano. Y ya, de paso, voy a mirar el correo, que tengo la bandeja de entrada llenísima de correos que esperan respuesta y de avisos del facebook. Voy a mirar primero estos, que es más ligerito, y ya, de paso, hacer un par de test para ver qué personaje de barrio sésamo soy, o qué chica de oro, o cuál es mi profesión ideal (resulta que mi profesión ideal es "vago". ¿estarán intentando decirme algo?). Anda, también me sugieren que me haga fan de una página, a ver... "procrasting.org, contra la dictadura del tiempo". Qué diablos será eso de procrastinar... menos mal que está la wikipedia. Cierro las ventanas con la biografía de los actores de Barrio Sésamo (que abrí cuando el dichoso test) y busco la palabra en cuestión: procrastinar, según la RAE, viene del latín procrastinare, que significa diferir, aplazar. Sin embargo, parece que no sólo se trata de aplazar actividades en tiempo, sino de postergar las cosas importantes, por otras más irrelevantes y agradables. Ni desidia ni vagancia. Procrastinacion, que suena más bonito e importante. Voy a hacerme fan de esa página inmediatamente. Bueno, inmediatamente no. Mañana. O pasado.

8 comentarios

Millenium I -

Tranquila. Ya lo harás. ¡qué prisa tienes!

cuinpar -

LaU, te echo de menos. Snif.

LaURa -

Pasa del Bucay que vas a acabar peor, mira como tú solita encontraste la luz, que por otra parte, no existe. Eso sí es desidia, no? Yo voy a picar ahí a ver, por si acaso

Ovni -

Puedes atrasar los relojes, dos días, y así tienes ventaja.
También puedes, en caso de apreto económico, pasar del psicólogo a la autoayuda, más barata, sobre todo si es la de barra...

BroderYon -

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... ¡DESDE MAÑANA MISMO EMPIEZO!

Qué grande el Felipe.

laura -

jejejje
te comentaría, pero ya lo haré más tarde
Una, que es muy empática

Cuinpar -

Debería responderte a este comentario ahora, rubia.
Pero ya lo haré luego.

La rubia -

¡Póngase a trabajar, coño!