En la ferretería...
...atiende un súper maromo. Igual un poco joven, pero bueno.
- Eres la mujer más guapa del planeta y pareces muy simpática, seguro que además eres inteligentísima. Quiero pasar contigo el resto de mis días-no dice
-¿Que quería?
-Que dejes ese trabajo ahora mismo y nos vayamos a vivir a Arafo a una casa con huerta-no digo
-Un saco de mortero y rodillos pequeños.
Y ahí fue cuando se me gastó el glamur.
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