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Alapryles y Diablitos

Por si no tenía suficiente ración diaria de loquitos...

...hoy una vieja me habló en el tranvía. Me habló y no paró nunca. Yo no tengo la culpa de que su familia no le hable, señora,  llevo puesto los auriculares precisamente para evitar este tipo de situaciones; dese cuenta de que no la estoy ecuchando porque no me interesa en absoluto saber qué hacen sus nietos, ni qué le dicen sus hijos, ni cuánto tiempo hace que murió su maridoqueenpazdescanse. El marido debe haberse asfixiado con sus propias manos para no cortarla en cachitos y enterrarla en el jardín.

Tuve que hacer un esfuerzo ímprobo para no decirle todo esto o coserle la boca con hilo de pescar. Me está funcionando el yoga. Aún así, no tienten a la suerte, o no respondo de mí.

5 comentarios

El Señor -

Estoo... por qué nos cuentas tus rollos?? No ves que si entramos en Internet es para no relacionarnos directamente con personas?

Cuinpar -

oiganme, infelices, sepan que e quejo porque yo no quiero que la gente me hable. Si no los conozco, menos.
Cosas que tenemos los antisociales...
Por otro lado, yorch, si mide 1'90 y está pasable, le perdono hasta que sea alemán. (En cualquier caso, SÉ que te refieres al danés)

astroyorch -

Ah, claro!!! Y cuando el que te viene a contar la vida es un alemás de 1,90, entonces si, no?
Mala gente... :P

Almudena -

No seas bruja! Pobre doña

Lupe -

Yo estuve conversando en la guagua con un muchacho que se llama Aivanjou y que estudia para ténico-eletrónico y que tiene que ir en guagua unos meses porque le quitaron el carné por conducir un poco endrogado.
No sé de qué te quejas, Reina, guapa.