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Alapryles y Diablitos

De malagradecidos está el infierno lleno

Queridos lectores, ustedes no saben hasta qué punto me han decepcionado, hasta qué punto estoy dolida con ustedes, hasta qué punto me siento utilizada. No crean que no soy consciente de que ustedes usan esta columna como guía espiritual, como faro que los guía por el mundo de las opiniones, y que se sirven día sí, día también de los fabulosos y desinteresados consejos e informaciones que les doy semanalmente para darle un poco de sentido a sus vidas simplonas y carentes de sentido.

Todavía recuerdo cómo les advertí que no fueran a comprarse el ebook ese de Amazon; cómo compartí con ustedes mi amor por Indiana Jones; cómo les hice cómplices de mis aventuras infantiles por los barrancos de mi pueblo y en el patio del colegio, de qué manera he abierto mi corazón hacia ustedes, les he dejado ver lo arisca y antisocial que soy, les he contado mis inquietudes, por si podía servirles de consuelo a ustedes, seres inadaptados y desagradecidos.

No esperaba ningún gesto de agradecimiento, sabía que no iban a llegar jamones a casa, ni ramos de flores, joyas o perros salchicha. no esperaba nada, porque lo mío es altruismo puro, ganas de hacer el bien y de insertarlos a ustedes, frikis de las narices, en una sociedad que los ha echado a patadas. Y bien merecidas que tienen esas patadas, malagradecidos, desconsiderados. ¿Tan difícil les resulta devolverme un poco de todo lo que yo les he dado? ¿No sabían ustedes de mis problemas de adaptación social? ¿De mis ganas de irme a vivir al monte, a comer castañas y a hablar con dios? ¿No les dije la semana pasada también que últimamente andaba medio desinformada, y que ya no veía la tele ni leía la prensa ni nada? ¿Tanto les costaba mandarme un mensajito diciéndome que mirara las ofertas de trabajo televisivas?

Ya me enteré del concurso ese que había para conseguir mi trabajo soñado, y gracias a ustedes, llego tarde al casting. Una posibilidad que no se me volverá a presentar se me escapó de las manos. La posibilidad de pasar seis meses sola solita en un hotel de lujo en una isla australiana, sólo realizando pequeños trabajitos y actualizando una página web, y ganando además 75.000 euros. El trabajo habría sido mío, y habría sido completamente feliz durante seis meses ahí, solita en ese atolón, con mi conexión a internet, mis libros, las mareas bajas y el solecito.

Gracias, queridos lectores. gracias por avisar.

6 comentarios

antuán -

Aunque seguro que me he perdido algo, es excelente.

Viuda de Miquis -

Ahora empieza el casting de OT, por si te interesa..

Spaghetti Western -

De nada.

La rubia -

Pues mira yo tengo tele y ni me había enterado, de todas formas no te habría avisado. Yo sé qué es lo mejor para ti y decididamente no es ese trabajo. De nada.

Lupe -

Seguro que hay nubes de mosquitos. Y cucas volonas. Y tiburones blancos. Y cocodrilos de agua salada. Y tu madre te llamará cada cuarto de hora para preguntar qué vas a almorzar hoy y si han venido tribus hostiles a capturarte (y si no, por qué no). Y vete olvidándote de los churros rellenos.

BroderYon -

Yo es que... Sigo sin tele, you know. Algo había oído, pero de fuentes poco fiables...

También podría decirte que ha sido todo un complot; que cada vez que oímos sobre algo que sabemos que te puede interesar en lo laboral o sentimental, nos reunimos en nuestro particular akelarre, en el puesto 6 de las Teresitas, y allí, embutidos en nuestros capuchas cuales Jedi, y a la luz de velas de Ikea, planeamos tu futuro de desdicha (que Indiana se olvidara de ti ha sido nuestra más difícil misión).

A seguir guiándonos, ala.

BroderYon, miembro del grupo terrorista 12 Monas.

blanco.




(Gracias por hacerme reir nada más levantarme)