Blogia
Alapryles y Diablitos

Autobombo

Por si les interesa, a partir de hoy y todos los viernes podrán leerme, aparte de aquí y en el rincón del friki de El Día (Sí, qué quieren ahora...), en el flamante suplemento Oxígeno de La Gaceta de Canarias (Edición Tenerife). Actualización: La Gaceta es un periódico REGIONAL. Mi tía me leyó hoy en Fuerteventura...

Cuando tenga ganas les pongo el enlace. Por ahora, me limito a cortar y pegar el texto :-)

Consejos vendo...

 

Mi madre siempre me dice que no puedo ir por la vida diciendo lo primero que se me pase por la cabeza, que así no voy a llegar a ningún lado.  Y es que es verdad, a veces las cosas hay que pensárselas mucho, hay que buscar la manera correcta de expresarlas, usar un determinado código o registro según sea la persona con la que hablamos. Aunque yo creo que la santa autora de mis días se refiere tanto a la forma como al fondo. Ella es de ese tipo de personas que antes de decir algo que pueda incomodar a su interlocutor, prefiere guardárselo, no como yo, que aunque intento seguir su ejemplo, la mayoría de las veces me quedo rumiando la respuesta perfecta, el dardo certero, y noto como poco a poco se va enquistando hasta que, o lo suelto, o descargo con el primero que pase por delante.

Mi abuelo me decía que tenía que contar hasta diez antes de decir cualquier improperio, incluso antes de dar alguna opinión comprometida o llevarle la contraria a alguien, y mientras contaba, considerar si era oportuno o necesario dar  esa opinión que bien podría meternos en un ciclo de discusiones que no nos iba a solucionar nada. Y mi abuela le daba la razón, aunque ahora que lo pienso, no sé si porque la tenía o porque ella misma seguía el consejo del viejo, famoso en mi familia por su manera de dar el brazo a torcer que yo ahora asumí como digna herencia: el "sí, pero no".

Mi profesora de Literatura de segundo anduvo dos años repitiéndome que no había que ser tan apasionada a la hora de defender una opinión, que no era más que eso. Incluso que muchas veces, las opiniones hay que reservárselas, por inconvenientes, por inoportunas, o, lo que es más importante, por innecesarias, que ya la vida me enseñaría que es más cómodo callar a veces, que no hace falta exponer nuestro punto de vista sobre cada cosa.

Pero ahora tengo una columna semanal en La Gaceta. Y puedo hablar de lo que quiera. Agárrense.

 

2 comentarios

Cuinpar -

Angie, que me digas eso precisamente tú, hace que me tiemblen hasta las rodillas. Igual enmarco el comentario y lo cuelgo en mi cuarto :-)

Angie -

Me gusta :)

Escribes muy pero que muy bien, así que hasta se te puede perdonar lo del Día ;)