Otro intento fallido
Yo estaba privada con un proyecto cinematográfico que tenía y que era el que definitivamente me iba a sacar de la miseria económica, vital e intelectual. Esta vez sí iba a ser la buena, era una idea tan genial y la tenía tan desarrollada que ya me veía recogiendo el Oscar, después de comerle los morros a Viggo Mortensen, que era el que me acompañaba a la gala. Y miren que me costó convencerlo de que repeinado para atrás ni de coña, a ver qué pintas son esas, y que la bufanda del San Lorenzo se la dejara en casa, que siempre tenía que estar dejándome en vergüenza cuando salíamos por ahí, esta vez tenía que decidir entre su equipo de fútbol y yo, porque yo no iba a sentarme al lado de un hooligan, y que si seguía con la bobería iba a ir con Carita de Guanche*, que él es más de ONG que de club deportivo.
Bueno, a lo que iba. Que la historia era de una niñera, como la supernany, que se iba a trabajar a la casa de una familia desestructurada de la Orotava de finales del siglo XIX o principios del XX, y enseñaba a los niños a cantar, y a recoger el cuarto, y a portarse bien y todo. Y los llevaba de paseo al parque, porque su padre sólo pensaba en trabajar y trabajar, y la madre no estaba dispuesta a que esos dos niños (dos, eran dos, la parejita) le cortaran las alas y como no quería hipotecar su vida no les hacía ni caso, y así estaban esos pobres niños, abandonaditos, criados por el servicio, como Froilán y Victoria Eugenia, con cara de tristes y haciendo perrerías para llamar la atención. Después había un deshollinador, porque en esas casas grandes siempre había chimenea, aunque no hiciera mucho frío, pero es cosa de las familias de bien, y alguien tenía que limpiarla, y la niñera y el deshollinador tenían un medio lío amoroso, pero lo disimulaban delante de los niños. El deshollinador no era muy listo, pero era un hombre trabajador, que por la noche limpiaba chimeneas y por las tardes vendía cuadros en la plaza. No ganaba mucho dinero, pero le daba para vivir honradamente.
Y entonces la niñera quería tanto a los niños, y los trataba tan bien, y eran tan felices cuando salían a pasear con el deshollinador, que parecía que los niños se iban a quedar con ellos para siempre, pero en estas los padres se daban cuenta de los injustos que estaban siendo, y de que la familia es lo primero, y de que se estaban perdiendo los mejores años de los chiquillos, que al padre no le importaba quedarse sin trabajo, y les hacía una cometa y los llevaba a pasear al Puerto, que queda cerca y hace buen tiempo.. Y los chiquillos, tan desagradecidos, se iban, chiflados con el juguete y pasaban de la institutriz, pero ella tenía un alma tan noble que lo entendía, y se iba sin un reproche, y sin decir adiós ni nada, con la satisfacción del deber cumplido, a buscar otra familia desestructurada que salvar.
Y van y me dicen en el registro de la propiedad intelectual que eso ya existía, que se llamaba Mary Poppins, y que no tuviera caradura, que lo de cambiar Londres por la Orotava se notaba un huevo.
Y ese es el problema fundamental. No es que yo tenga problemas de creatividad, es que ya está todo inventado, coño.
*"Carita de Guanche", es una marca creada por Sinaja. Todos los derechos reservados, incluído el de roce esporádico, si se diera o diese el caso.
18 comentarios
Angie -
Con lo de Viggo ... muchas cervezas tendrían que metérseme en el sistema digestivo para aprobar lo que dices, muchacha simpática aunque con algunos planteamientos erróneos ;)
cuinpar -
Angie -
Lupe -
Angie -
Como no te pongas el triquini ese tú y te metas en el fango, aquí no hay sangre. Que no nos dejamos despistar.
Cuinpar -
Angie -
El Señor -
Otro nombre pa la peli (populismo OT): Chipper Josué (es pal mulatillo que adoptaron cuando creían que ella no podía tener hijos)
Cuinpar -
Lupe -
2. Mi propuesta de nombres: Cathaysa Charlotte y Krystel Karrington del Sagrado Corazón En Vos Confío.
Angie -
My two cents: 5. Kevin Costner de Jesús (un clásico) y 6. Kilian Bencomo de la Candelaria (onda culebrón venezolano).
Cuinpar querida, por otro lado, lo de Viggo tendremos que discutirlo en torno a cafenes o cubalibres en una de tus visitas a la Isla Redonda. Y prepárate para pelearlo.
Cuinpar -
En cuanto a lo de Viggo, me vas a perdonar, bonita, pero es que me lo acabo de imaginar con el tanga del San Lorenzo y me ripié toda, así que no puedo ni contestarte...
Señor, yo propongo pal otro niño Zebenzuí del Pino. Y lo dejo ahí...
El Señor -
Y sigue tú, que empieza Entre fantasmas...
Oye, y paren ya con el Viggo ese, que estoy delante...
Angie -
Y, por cierto, suelta a ese hombre, mala pécora, que Viggo es sólo mío ;)
pd. Viggo, conmigo te puedes poner la bufanda, la corbata, las medias y hasta el tanga del San Lorenzo, si quieres.
Cuinpar -
astroyorch -
Anónimo -
Pero me parece que ahí se acaban las coincidencias...
El Señor -
Vete escribiendo las canciones, esposa...