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Alapryles y Diablitos

Spoilers vitales

¿Quién no ha odiado durante al menos un par de días al amigo que te fastidia el final de una película, o de una serie? Son los conocidos como spoilers y a mí, personalmente no hay cosa que me reviente más. Además, últimamente me he dado cuenta de que no hacen más que llegarnos por todos lados estos anticipos informativos, y no sólo referidos a películas, libros o series de televisión, sino algo mucho más serio: son los spoilers vitales (el nombre me lo acabo de inventar, así que no se gasten buscando otras informaciones). Yo, ahora que he abandonado el relativismo y abrazo con emoción el absolutismo, porque creo que es la única corriente que puede salvarnos a los intolerantes, voy a proponer una ley de regulación para todos los anuncios que intenten ir un paso por delante de mi actual estado mental y corporal, es decir, de mi edad. Es más, ahora que lo pienso, también voy a proponer que se prohíban los anuncios de enfermedades que no tengo, y todo por un motivo muy sencillo: no me interesa saber. Así, en absoluto. Ese exceso de información que yo no pedí es spam, y si la ley persigue implacable los correos y las llamadas basura, no entiendo cómo pueden permitir que sigan destrozándome a mí la vida de esta manera. Señores publicistas, yo no quiero saber que hay gente que no va al baño (a cagar, se entiende, pero quería ponerme fina), y cuántos yogures tuvieron que comerse antes de que aumentara su frecuencia deposicional (ahora sí me salió); no me interesa lo más mínimo que la gente sufra las hemorroides en silencio y, por otro lado, si ellos las sufren en silencio ¿por qué ustedes las pregonan a los cuatro vientos?; vivía muy tranquila antes de saber que a los cincuenta, o por ahí, un día, en una carcajada, se me iba a salir la gota de pis, como a Concha Velasco, y ahora, llegada esa edad, me cuidaré muy mucho de reírme, aunque sea "en una fiesdhdta".

Pero si andaba cabreada por lo de los anuncios, lo del otro día fue peor. Viendo una serie sobre extraterrestres, uno de los personajes, al que habían resucitado para preguntarle no sé qué cosa, no tiene más que, obviando las esperanzas que pudiéramos tener, o las creencias, espetarnos a bocajarro: "no hay nada más después. Está todo oscuro". Y se queda tan ancho.

 Gracias, señores creativos,  muchas gracias por cagarme el futuro.

 

2 comentarios

El Señor -

¿Y qué más da? Siempre puedes usar tu i-pod personalizado... Ah, por cierto, regresa, aunque sea a tiempo parcial, al relativismo o serás una cascarrabias prematura. (Y sin embargo te quiero)

astroyorch -

No desesperes... simpre puede ser que el personaje fuera un capullo que no se da cuenta de que está oscuro porque no ha encendido la luz... así de simple!!!