La envidia me corroe

Es cierto. La envidia pura y dura es lo que me lleva a seguir los pasos de Laura, (mi descubrimiento personal de este verano), a crear este blog, aunque véte tú a saber lo que me dura el capricho.
Ya tenía el artículo enterito escrito, y molaba, lo juro, pero se me borró, no sé cómo y paso de volver a soltar el rollo.
En definitiva, que aparte de la envidia, hago este blog por aburrimiento. Ya que el camarero argentino no termina de entender que cuando digo "ponme un trozo de tarta de chocolate" en realidad quiero decir "quiero pasar el resto de mis días viendo pelis en tu sillón"; que la Rebe se me va pa Las Palmas, que Cris anda medio estresada con el comienzo de curso, que Aris no vive aquí y que Silvia empieza en breve su escuela de idiomas (pá qué querrá saber más idiomas, si cuando se pone bruta en español la entienden hasta en Monrobia), pues este era el entretenimiento que me quedaba. Así que me pongo manos a la obra.
No sé si será un blog personal, de esos con cosas que sólo entienden los privados o un rollo más abierto, en el que si cae algún desconocido por casualidad pueda cotillear un rato.
En fin. Estas son mis intenciones. A ver qué pasa. Y corto ya, que me voy con Silvi pal Cristo, a comernos un pinchito y a echarnos un vasito'vino. Hasta otra.

Escuchando 'take me out', de Franz Ferdinand.