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Alapryles y Diablitos

Consejos maternales

Si a su madre de ustedes le dieron el título en el mismo sitio que a la mía, santa autora de mis días, habrán disfrutado, sin duda, de los grandes éxitos de la cantinela maternal. A mí me alucinaban de toda la vida, porque, aún teniendo su lógica final, era incapaz de entender los procesos mentales que hacían que utilizaran ese argumentario surrealista. "Mira a ver que los calcetines no estén rotos, que puedes tener un accidente", era uno de los hits de mi progenitora. Y de aquí yo extraía varias cosas: la frase se dividía claramente en dos consejos fundamentales, a) que es importante que la ropa interior de un ser humano esté en perfecto estado y b) que a veces a las personas les ocurrían desgracias, imprevistos que podían perturbarlos en el desarrollo habitual de sus vidas, y que era importante estar alerta para evitarlo en la medida de lo posible. lo que no entendí nunca, ni entenderé hasta que no me gradúa en el noble arte de los consejos crípticos, es de qué manera estaban relacionadas estas premisas. ¿Si mis calcetines estaban rotos iba a tener un accidente? ¿cuanto más grande fuera el agujero más burro sería lo que me pasara? ¿un calcetín roto y el otro acabante de estrenar (de pares separados, se entiende) se convalidaban? ¿si tenía un accidente, al llegar al hospital los médicos iban a atender primero al que llevara los calcetines más enteros?

Otro tanto me pasaba con el "no aceptes caramelos de desconocidos". Pero ahí sí que no entendía nada de nada. ¿Por qué no podía aceptar caramelos? Los caramelos son comida y dulce, dos en uno. Si encima eran gratis, no aceptarlos era algo así como un pecado mortal en el catecismo idairológico, que es la religión que más fervientemente profeso. Cuando crecí un poco, mi madre fue añadiendo elementos, como vasos de refresco o copas de desconocidos, y cuando le pregunté el porqué de ese rechazo a la bondad de los extraños, me dijo que había gente por ahí que ponía drogas en esas cosas. "¿Pero las regalan?", pregunté. Y ella, toda sabia, me dijo: "sí, al principio las regalan, pero luego, cuando estás enganchada te las cobran. Yo flipaba.

Créanme que nunca le di mucha credibilidad a ese rollo de las drogas regaladas, nunca me sucedió, y no podía entender que hubiera nadie tan colgado como para ponerse a regalar un rollo que después resultaba que era carísimo, y que cuando te lo estaban dando gratis te estaban haciendo un favor que ahora esperaban que tú les devolvieras en forma de billete. Pero, ah, las madre son sabias, y de todo saben, aunque a veces te lo cuenten con metáforas, y con imágenes y todo sea más difícil de interpretar que la misma biblia. Ahora le doy la razón a mi progenitora, y les prometo que cuando tenga un hijo, lo que le inculcaré con mayor énfasis sera eso, aunque más claramente. Lo sentaré frente a mí un día y le diré: "hijo, prométeme que nunca, nunca, empezarás a usar esos servicios de Internet que son como Zatoo y Last.fm. Al principio son gratis, ¿sabes? pero luego, cuando ya estás enganchado, te lo empiezan a cobrar".

Qué razón tenías, madre. Qué razón.

7 comentarios

Covi -

Absolutamente magistral! Creo que ésa es una de las más hermosas "esencias de madre"... Hace tiempo leí algo así como que las hijas pasamos la mayor parte de nuestras vidas intentando no parecernos a nuestras madres. Pero que nunca lo logramos, y que ésa es nuestra particular "desgracia". Asumámoslo, querida...

Gominolas -

Pos a mi bien que me regalaron caramelos a la puerta del colegio...

La rubia -

¿Mi madre es también la tuya? No entiendo nada...

BroderYon -

Por un momento pensé que habías hecho alguna travesura víctima de algún ácido prestado en una copa. Conozco más de un caso, alguno incluso utilizado como excusa de comportamiento, lo cual me hace dudar de su veracidad dicho sea de paso. Pero al terminar de leer, comprendo y comparto su desazón. O paga 3 euros o a tirar de IPod nuevamente...

Verde

Sergio (Avatareño Mayor) -

jajajajajjajaaja.... más de la mitad de las frases puedo ponérselas a la mía en la boca... jajajajaja...

LauRa -

LO mejor es no ver tele, ni interné, ni llevar calcetines, inlcuso el resto de la ropa es así como incómoda, a no ser que haga frío, o que la isla esté apunto de irse por el sumidero con tanta lluvia, y total, ahí nadie va a mirarte los calcetines...

Lupe -

Y además, si usas esos servicios de Internet, luego te salen agujeros en los calcetines, y entonces, cuando llegan los accidentes, es horrible, horrible...